![]() |
Fotografía by Norbert Guthier |
Te descubrí
dentro de una habitación oscura
que huele a colores y sabores
me adentro en tu locura
te palpo a ciegas,
exploro el perímetro de tu esencia.
Tu diestra educa a la mía
guiándola hacia tus facciones
adivino a la tibieza
transformándose en fiebre
mi tacto ha recorrido
ya la mitad de tu cuerpo
descubriendo en el camino
una ansiosa boca carnosa,
el latido apasionado de tu corazón,
deleitosas palpitaciones
en tu entrepierna
inflaman tu centro.
© PieL
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Rayuela , capítulo 7
J. Cortázar